• Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao.
  • Las emisiones del transporte han influido en casi 400.000 muertes.
  • Las ciudades están ofreciendo nuevos servicios gracias a las tecnologías.

Bilbao encabeza la clasificación de las principales ciudades españolas por su compromiso con la movilidad sostenible gracias al aumento de sus zonas peatonales, según un estudio realizado por Greenpeace. Además, su puerto también está a la cabeza de la sostenibilidad mundial, siendo la primera entidad en el mundo que recibe una certificación obtenida con ayuda de 50 empresas portuarias. En esta misma línea, la ciudad ha sido reconocida como la urbe mayor de 100.000 habitantes más comprometida con la calidad del aire que respiran sus ciudadanos en el fallo del jurado del I Premio X Aire Limpio, organizado por la Plataforma X Aire Limpio.

¿Qué hace que una ciudad sea sostenible?

Una ciudad sostenible es aquella que se preocupa de reducir la contaminación, de romper la brecha de la desigualdad de género y de conseguir una mayor cohesión social y territorial. Creemos en las ciudades donde prime el bienestar, la igualdad de oportunidades y el derecho a una movilidad universal. Las ciudades del futuro, las ciudades que quieran ser competitivas no solo deben ser sostenibles, tienen que ser saludables. Usar un patinete puede ser sostenible, pero no es saludable. Utilizar una bicicleta es sostenible y saludable.

¿Cómo se puede conseguir una ciudad sostenible?

Poniendo en marcha las políticas necesarias que propicien conseguir todos los objetivos que antes hemos enumerado. Y para ello las instituciones debemos ser ejemplarizantes. En Bilbao estamos orgullosos de un dato que nos sitúa a la cabeza del ejemplo de movilidad. Aquí el 64% de los desplazamientos se hace a pie, el 24% en transporte público, y solo el 12 lo hace en vehículo privado. Y estos son unos datos que debemos preservar, porque nos hace más sostenible.

¿Cuánto se tarda en transformar una ciudad como la vuestra en una ciudad plenamente sostenible?

Nunca. La evolución de las sociedades, y por tanto de las ciudades van marcando constantemente los objetivos. Solo consumimos etapas, porque la meta final no está marcada. Por ejemplo, cuando nuestra ciudad fue golpeada por una dura crisis industrial y sufrió los efectos de una indomable naturaleza, fuimos capaces de reinventarnos y convertir los escombros y el barro en una reluciente postal, ejemplo mundial de regeneración urbana. Cuando lo conseguimos nos dimos cuenta que debíamos afrontar un nuevo reto; el de la movilidad sostenible, y situar a las personas en el centro de ese nueva revolución que la ciudad estaba viviendo. Y en este reto nos encontramos ahora.

¿Cuáles son los principales retos?

En Bilbao estamos comprometidos con incluir la innovación digital, las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) en los servicios de movilidad, porque somos conscientes de que solo de esa manera seremos capaces de crear ciudades más saludables.

El proceso de urbanización actual está ocasionando numerosos problemas en la sostenibilidad de nuestras ciudades. ¿Cómo podemos combinar el desarrollo económico y el medioambiente saludable?

No se trata de conseguir desarrollo económico a costa de un medioambiente saludable o, por el contrario, garantizar el medioambiente sacrificando la economía. Hoy en día, la economía actual debe integrar muchas externalidades (transición energética, gestión de residuos, adaptación de la logística a un entorno de recursos finitos y caros, etc). Por otro lado, va a ser fundamental disponer de un medio saludable para poder competir globalmente. De hecho, si bien los inversores internacionales priorizan el beneficio a corto plazo, también huyen del riesgo país y entre ellos debe citarse el de la emergencia medioambiental, estando en mejor posición competitiva aquellos territorios con una mejor política medioambiental, energética y de salud. Por lo cual, a medio y largo plazo solo cabe un desarrollo económico que tenga en cuenta el medioambiente y la salud.

¿De qué manera deben los gobiernos e instituciones impulsar una nueva manera de usar el transporte en las ciudades?

Potenciando el uso del transporte público. Y para ello la mejor forma es desarrollando un transporte público de calidad que se ajuste a las necesidades de los ciudadanos y que sea capaza de cumplir las premisas esenciales de la movilidad; que nos permita desplazarnos por toda la ciudad de forma rápida, segura y cómoda, y que por supuesto sea universal. Nos importa la accesibilidad, unir barrios y mejorar la comunicación entre ellos de una manera sostenible y respetuosa con el nuestro entorno. De ahí, que apostemos firmemente por la electrificación de nuestra flota de autobuses y vehículos en general y que impulsemos el uso de la bicicleta como uno de los medios de transporte más amable que existe con el medio ambiente.

¿Está a favor de las iniciativas europeas como la del «día sin coches»? ¿O es solo demagogia?

Por supuesto que estamos a favor de iniciativas como la del día sin mi coche. De hecho Bilbao lleva participando de esta experiencia, que se engloba dentro de la Semana Europea de la Movilidad, desde hace 30 años. Siempre es positivo recordar que las ciudades pueden ser más humanas si hacemos un uso racional del vehículo privado. Cada edición, los organizadores plantean un reto a las cientos de ciudades europeas que participamos, y nos recuerdan que el verdadero cambio comienza en nosotros mismos, y en muchos de los hábitos diarios.

¿Ve a España preparada para enfrentarse al reto del uso de coches eléctricos a corto plazo?

Hay que tener en cuenta que la electrificación de la movilidad es algo que ha venido para quedarse. No estamos ya hablando de futuribles, sino de realidades a las que hay que poner soluciones aquí y ahora. 

Nosotros podemos hablar de nuestra ciudad, y donde hasta hace muy poco tiempo no había una electrolinera de carga rápida, hoy contamos con ocho de carga rápida en nuestras calles, y otras 23 convencionales en los aparcamientos municipales. Un avance clave para que el despliegue del coche eléctrico se haga efectivo. Si ponemos las bases, estaremos mucho más cerca de alcanzar ese reto. Pero nuestra apuesta es mucho más amplia. En los próximos 10 años, todos los autobuses municipales serán eléctricos o híbridos. Actualmente circulan ya seis 100 por cien eléctricos y dos híbridos. La nueva ordenanza del taxi, establece que a partir del año 2030, todos los autotaxis que presten servicio serán eléctricos o eco. Y ahora mismo el parque de vehículos municipales está compuesto por 108 eléctricos y 25 híbridos.

¿Por qué debería el usuario medio utilizar un coche eléctrico en entornos urbanos e interurbanos?

Está en juego la vida en el planeta y todos los expertos nos dicen que el sector del transporte mundial representa casi un cuarto de las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía, una proporción que está aumentando. Las emisiones del transporte se han relacionado con casi 400.000 muertes prematuras. Pero si este argumento no es suficiente, también tendríamos que hablar del importante ahorro económico que supone utilizar un coche eléctrico en un entorno urbano donde los desplazamientos son cortos, y la autonomía de estos vehículos está asegurada.

Los ayuntamientos están tomando cada vez más protagonismo en la toma de decisiones con respecto a la movilidad, ¿cómo creéis que evolucionará esta coyuntura a medida que crezca el número de habitantes en las ciudades?

Recientemente en Bilbao hemos aprobado el PMUS (Plan de Movilidad Urbano Sostenible). Un documento de estrategia que planifica las actuaciones a realizar en materia de movilidad sostenible con el horizonte puesto en el año 2030. Este documento, esta especie de libro de instrucciones, nos van a ayudar a mejorar Bilbao, a conseguir un modelo de ciudad más saludable, más accesible y más amable. 

¿Cómo podría plantearse la calidad de los núcleos urbanos integrando la vegetación?

Mediante la disciplina de la arquitectura del paisaje, se diseña los espacios verdes y abiertos de la ciudad en integración con el entorno construido. Además de fomentar la conservación de la biodiversidad y ofrecer servicios eco sistémico, la infraestructura verde también sirve de marco para definir la forma y el crecimiento urbano. Dentro de la planificación del paisaje urbano, concebimos la infraestructura verde, como la red interconectada de elementos naturales y seminaturales que mantienen las funciones ecológicas y ofrecen un gran número de beneficios a la población tanto ambientales como sociales y económicos.

¿Qué papel deben jugar en la planificación urbana los aspectos medioambientales, los espacios de recreo, la sostenibilidad y la seguridad alimentaria aportados por las infraestructuras verdes?

La corriente denominada «naturación urbana» nos da muchas de las claves necesarias para tener ciudades más sanas, sostenibles, seguras y competitivas. Ser capaces de insertar la naturaleza en la ciudad, en forma de espacios verdes, y de producción de alimentos reporta una serie de beneficios, claves en el actual contexto de transición energética, escasez de recursos finitos y necesidad de reducir la dependencia del transporte y la logística. 

En su opinión ¿cuáles son las dimensiones más significativas que deben incluirse en el nuevo diseño urbano: arquitectura y tecnología, regulaciones administrativas, sociología, planificación urbana o economía, entre otras?

Hoy en día el urbanismo ya no es una ciencia, sino un conjunto de ciencias que debe integrar forzosamente la planificación urbana, la arquitectura, la economía, el derecho, la sociología, el medioambiente, la biología, etc, cada una de ellas en el papel que le corresponde. Y esta mirada integral es imprescindible en un mundo como el actual, global y sometido a cambios tecnológicos acelerados. La tecnología ha sido el gran catalizador de este proceso. De Watt al fordismo las ciudades tuvieron casi 100 años para metabolizar cambios. Hoy, del primer IBM a Amazon solo hemos dispuesto de 20 años para integrar novedades incluso de mayor alcance. Por tanto, solo desde perspectivas metodológicas mixtas se pueden incorporar todos estos factores y proyectarlos adecuadamente sobre un territorio que ya no se puede expandir de forma indefinida, y debe retejerse dentro de sus límites y sobre una población global que es cada día más urbana. 

¿Pero cuál es la base de las ciudades inteligentes? ¿Su fundamento último es la tecnología o es la sostenibilidad?

Las ciudades están ofreciendo nuevos servicios a sus ciudadanos gracias a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), que juegan un importante papel integrador y vertebrador donde convivir con igualdad de oportunidad. Esta evolución de las ciudades responde a lo que se conoce como ciudad inteligente (smart city), Por su carácter integrador y multifuncional: es capaz de abordar los principales retos urbanos actuales como: conservar la biodiversidad, adaptación al cambio climático, mejorar la cohesión social y dar soporte a la economía circular.

Fuente: https://www.eleconomista.es/la-ciudad-azul/noticias/9999784/07/19/Juan-Mari-Aburto-En-los-proximos-10-anos-los-autobuses-municipales-seran-electricos.html