El despliegue de puntos de recarga rápida y superrápida cada 100 km cubrirá las seis carreteras radiales y los tres principales corredores transversales del país a finales de 2019
Hacer desaparecer las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea en 2050. Esa es la propuesta de la Comisión Europea para frenar el calentamiento global y cumplir con el Acuerdo de París. Lograrlo obliga a todos los países a reducir sus gases de efecto invernadero. Europa acumula actualmente el 10% de las emisiones mundiales y el transporte es una de las principales causas, lo que tiene un impacto directo en la calidad del aire de las urbes y la salud de los ciudadanos.
De esta problemática, y de la necesidad de desarrollar un sistema de transporte basado en el vehículo eléctrico, han hablado los asistentes a la mesa ‘Movilidad conectada, inteligente y sostenible’, organizada por El Confidencial de la mano de Iberdrola, con motivo de la Semana Europea de la Movilidad, que se celebra del 16 al 22 de septiembre. A ella han asistido Carlos Bergera, responsable de Relaciones Externas Smart Mobility de Iberdrola; Isabell Büschel, coordinadora para Transport & Environment en España; Ricardo de Lombas, Electric Vehicle Manager del Grupo PSA; y Ana Pociña, experta del departamento de Medio Ambiente de Telefónica.
El aumento de las emisiones de gases contaminantes provocados por el transporte preocupa cada vez más y es evidente que los índices de contaminación atmosférica empiezan a ser considerados como una cuestión de salud pública en muchas ciudades españolas. Ante esta situación el desarrollo del vehículo eléctrico es un pilar fundamental: mejora la eficiencia global del sistema, disminuye las emisiones de CO2 y aminora la dependencia energética del exterior. La reducción de los costes y el aumento de la autonomía, así como el despliegue de infraestructura, convierten a este tipo de movilidad en una nueva realidad más tangible.
Sin embargo, uno los retos a los que se enfrenta es su oferta en el mercado. Isabell Büschel, coordinadora para Transport & Environment en España, celebró los esfuerzos que están realizando los fabricantes de vehículos, que pasarán de 60 modelos a finales de 2018 a 214 en 2021, triplicando así las opciones para el consumidor. Un gran salto cuantitativo y cualitativo del sector automotriz europeo. “Hasta ahora al hablar del coche eléctrico solo nos fijábamos en Asia pero Europa ha conseguido ponerse en el mapa”, dice la portavoz de Transport & Environment. Aunque lo cierto es que la fabricación, y por lo tanto, la administración de baterías sigue siendo propiedad de Asia.
Esta tendencia obligará a la transformación del sector de la automoción, una industria que genera el 10% del PIB español. “Las mismas plantas deben ser capaces de fabricar coches de diésel, gasolina y eléctricos en función de la solicitud del cliente”, sugirió Ricardo de Lombas, Electric Vehicle Manager del Grupo PSA. Y esa es la apuesta del grupo PSA. En Zaragoza ya lo han puesto en marcha con el Opel Corsa, y en Vigo con el Peugeot 208. Además, en los próximos meses su planta de Villaverde seguirá el mismo ejemplo. Su postura es que los clientes puedan escoger la misma carrocería con el motor que más les convenga sin tener que “elegir un coche raro”, una norma a la que, hasta ahora, se tenían que ajustar la mayoría de usuarios de eléctricos.
«Una red eléctrica robusta, eficiente y digitalizada colocan a España en una posición privilegiada para electrificar la movilidad «
Esta apuesta del sector, junto a la posición de liderazgo desde el punto de vista de la red de distribución eléctrica al contar con una red robusta, eficiente y digitalizada colocan a España en una posición privilegiada para la electrificación de la movilidad. “Todo el mundo toma como referencia la electrificación de Noruega o Finlandia pero nuestra red eléctrica es de las más avanzadas y digitalizadas. No hay casi ningún país que esté a nuestra altura y por esta razón es posible realizar una apuesta muy sólida por la electrificación de la movilidad”, aseguró Carlos Bergera, responsable de Relaciones Externas Smart Mobility de Iberdrola.
La expansión del vehículo eléctrico, sin embargo, sigue teniendo complicaciones por su precio de venta, superior a los de combustión tradicional. Una realidad que se une “a una edad media del parque automovilístico español de 13 años, y en el que existen muchos coches de más de 20 años”, afirmó De Lombas. En este sentido, los asistentes a la mesa abogaron porque la administración ponga un plan de Estado duradero y estable en marcha para incentivar la compra de vehículos eléctricos. La realidad es que, por ahora, sus esfuerzos han sido desiguales a nivel comunitario, poco duraderos y que más que plantear una solución han creado confusión.
Los expertos apuestan por realizar incentivos basados en la fiscalidad que conlleven menos burocracia y menos trabas administrativas. Una posible solución sería reducir el IRPF o el tipo de IVA en la compra del vehículo en función de si este es más o menos limpio. Büschel espera que esa decisión sea exclusiva para vehículos 100% eléctricos ya que, en su opinión, los usuarios de híbridos terminan utilizando más la combustión. También es partidaria de crear planes exclusivos para empresas, taxis y autónomos. “Para lograr los objetivos de 2050 en 2030 o 2035, como muy tarde, se deberían de dejar de vender vehículos de combustión”, dictaminó Büschel.
La realidad es que, pese a su superior coste inicial respecto a un vehículo de combustión, los eléctricos son capaces de amortizar la inversión gracias a su ahorro en combustible, ya que por cada 100 km gastan 50 céntimos frente a los 11,20 euros de los coches de gasolina, a la reducción del 75% del impuesto de circulación, y a su menor coste de mantenimiento, además de otras ventajas como los aparcamientos gratuitos.
Barcelona, a la cabeza en puntos de recarga
Con una gran oferta y ayudas a su compra, quedaría un tercer reto, los puntos de recarga para poder realizar recorridos de larga distancia. “Desde Iberdrola pensamos que la solución es la electrificación de la economía. Creemos en su potencial para crear valor económico, medioambiental y social. Nuestro compromiso desde hace años son las energías renovables y en coherencia con esa apuesta el transporte es un ámbito dentro de la electrificación renovable”, afirmó Bergera.
En España, según Electromaps, existen 4.545 puntos de recarga de uso público, de ellos Barcelona cuenta con 722, Madrid con 552 y Valencia con 192. Las tres ciudades aúnan el 32% de los puntos existentes lo que supone la concentración de los puntos en solo tres puntos. En otros países europeos la apuesta actualmente es mayor. Países Bajos lidera el ranking con 9.559 puntos, en segunda posición destaca Francia con 8.585 y en tercera, Alemania con 7.600.
Iberdrola, dentro de su iniciativa Smart Mobility, desarrolla la instalación de 25.000 puntos en hogares, empresas y zonas urbanas e interurbanas hasta 2021, aunque a finales de este año completará una red de puntos de recarga rápida (50 kW) y superrápida (150 kW) en las seis radiales y los tres principales corredores transversales del país que permitirá recargar, al menos, cada 100 km. Los usuarios que acudan a estas estaciones podrán realizar la recarga, sean o no clientes de Iberdrola, con la app ‘Recarga Pública Iberdrola’. Pero la realidad es que la puesta en marcha del plan no es tarea sencilla. Bergera reconoce que mientras un punto de recarga en un hogar o empresa tarda en instalarse, de media, dos semanas, cuando hablamos de un punto público el plazo se extiende hasta los siete meses.
Digitalización
La movilidad no solo viene dictaminada por la electrificación sino también por las tecnologías digitales. “La movilidad sostenible se fundamenta en dos palancas, la electrificación con energías renovables y la digitalización”, aseguró Ana Pociña, experta del departamento de Medio Ambiente de Telefónica. Una vez que la movilidad sea eléctrica y baja en carbono la digitalización puede mejorar las ventajas para los usuarios, gestores, operadores y para la Administración en la medida en que la tecnología permita beneficiarse de “menores costes, una conducción más segura y eficiente, mejores rendimientos de las rutas, adopción de los planes de movilidad donde haga falta…”, entre otros aspectos dijo la experta de Telefónica.
En concreto, desde la tecnológica apuntan a la Inteligencia Artificial, el análisis de datos, el Internet de las Cosas, la nube o el ‘machine learning’ como las tecnologías que serán capaces de permitir desarrollos capaces de marcar la movilidad del futuro. En este sentido, sin duda, el coche autónomo y el 5G marcarán “una diversidad de tendencias que hoy pueden resultarnos inciertas, como el cambio de precio de la vivienda al poder trabajar en el traslado mientras el coche conduce o poder apostar por más teletrabajo”, ejemplificó Pociña.
Fuente: elconfidencial