El sector de la automoción europeo aspira a empezar a ganar terreno a los fabricantes asiático.
La movilidad rodada del futuro está llamada a ser eléctrica, según la tecnología disponible en la actualidad. La industria de la automoción europea es muy consciente de ello y lleva años trabajando en el desarrollo de vehículos propulsados con esta tipología de energía. Pero existe un gran reto para avanzar en ese sentido: las baterías que precisan estos vehículos para funcionar.
“Es un mercado donde China copa más del 60% de la baterías para coches que se fabrican en el mundo; otro 21% depende de otros países asiáticos, como Corea del Sur; y un 10%, de Estados Unidos”, explica Agustí Robirosa, cluster manager de la Asociación Empresarial de Pilas, Baterías y Almacenamiento Energético (Aepibal). En Europa, en cambio, son “muy pocas” las fábricas que producen este componente básico del vehículo eléctrico, afirma Robirosa.
Peso
China lidera la fabricación con una cuota de mercado del 60%
“La automoción es uno de los sectores económicos más importantes de Europa y, como tal, la Unión Europea debe apostar decididamente por las baterías si no quiere que uno de sus mercados clave esté a merced de Asia”, advierte Óscar Miguel Crespo, director del centro tecnológico Cidetec y ponente del II Foro del Vehículo Eléctrico y Conectado China-España, organizado por el Icex.
Quedarse fuera de ese mercado podría suponer la deslocalización de esta industria. Por otro lado, Crespo señala que no hay que olvidar que los conductores europeos están también entre los principales usuarios de este tipo de vehículos.
En España, “no hay nadie que esté fabricando celdas, que son como los ladrillos a partir de los cuales se fabrican las baterías, aunque sí hay algún caso de empresa que fabrica baterías a partir de celdas, como es el caso de Irizar”, explica Crespo.
También Nissan, en la Zona Franca de Barcelona, ensambla baterías para su furgoneta eléctrica e-NV200. Ford, por su parte, ha anunciado que ensamblará baterías para vehículos eléctricos en la factoría valenciana de Almussafes. Esa misma ciudad podría albergar la que sería la primera fábrica de baterías para coches eléctricos en España, según el periódico local Levante.
Parque móvil
El Gobierno quiere tener 5 millones de eléctricos circulando en 2030
El interés es grande, igual que el mercado en juego. Agustí Robirosa estima que, “en España, sería necesaria una inversión de 6.000 millones de euros para poder abastecer los cerca de tres millones de vehículos eléctricos que se fabrican en el mercado español cada año”. Según los cálculos de la Comisión Europea, Europa necesitaría al menos entre ocho y diez gigafactorías (fabricación de una capacidad de almacenamiento de un millón de kilovatios) para intentar plantar cara a la hegemonía asiática.
En opinión del cluster manager de Aepibal, “no es un problema de tecnología, sino de disponibilidad del litio”. España destaca con una importante mina de litio en Cáceres, pero su explotación es fuente de fuertes protestas de organizaciones ecologistas.
Costes
La batería, una tercera parte del precio
Al adquirir un vehículo eléctrico, “una tercera parte del precio total se deriva de la batería”, explica Óscar Miguel Crespo, director del Cidetec. El experto señala que estas son ya “plenamente útiles, prácticas y operativas, aunque lógicamente siempre queremos más autonomía, más durabilidad y precios más bajos”. Indica que las baterías ya alcanzan “autonomías de 300 y 350 kilómetros” y que “las actuales superan la vida útil de los vehículos”.
Fuente: lavanguardia