La automotriz japonesa promete la “mayor revolución” del sector con su nueva tecnología de baterías de estado sólido
El Toyota bz4x, la alternativa 100% eléctrica del fabricante japonés.

Toyota parece haber alcanzado su “momento eureka” en sus procesos de investigación para la electrificación de sus modelos. El fabricante japonés afirma haber logrado un avance tecnológico que le permite reducir a la mitad el peso, el tamaño y el coste de las baterías de sus vehículos. Estas, de estado sólido, a diferencia de las baterías de base liquida que son populares en los modelos actuales, permiten reducir el tiempo de carga hasta solo 10 minutos y aumentar la autonomía de los coches hasta 1.200 kilómetros.

“Nuestro objetivo es cambiar drásticamente la situación de las baterías actuales, que son demasiado grandes, pesadas y caras”, destacó Keiki Kaita, presidente del centro de investigación de Toyota en declaraciones a medios internacionales. “En términos de potencial, aspiramos a reducir a la mitad todos estos factores”, postuló el ejecutivo, quien consideró este avance como “la mayor revolución” del sector.

Toyota, la marca más elegida por los españoles en el primer semestre de este año, espera poder comenzar la producción en masa de este tipo de baterías en 2025 y lanzar al mercado los primeros vehículos impulsados por esta tecnología en 2027. La incógnita es si la compañía podrá mantener los costes bajos más allá de las pruebas de laboratorio.

La empresa ha sido acusada en el pasado de poco compromiso en sus esfuerzos por desarrollar coches eléctricos. Hace pocas semanas, el fabricante había manifestado en una entrevista con CincoDías, Matt Harrison, consejero delegado de Toyota Europa, destacó que la compañía no está llegando tarde a la movilidad 100% eléctrica, sino que se está centrando en satisfacer la demanda real de los clientes. “El mayor dolor de cabeza que tenemos es que no podemos fabricar los suficientes coches híbridos e híbridos enchufables para dar respuesta a la demanda”, aseguró el ejecutivo.

Su gran apuesta en el segmento 100% eléctrico, el Toyota bZ4x, fue recibido en un primer momento con fuertes críticas. En junio, la firma tuvo que hacer un llamado a revisión de más de 2.700 unidades de este modelo por fallas en sus neumáticos. En la actualidad, la compañía también comercializa en España el furgón eléctrico Proace así como otra alternativa a base de hidrógeno, el Toyota Mirai. Esto contrasta con la variedad de modelos híbridos y enchufables que ofrece en la actualidad.

El fabricante ha manifestado de forma constante que, pese a este nuevo avance, no cambia su compromiso de diversificación de tecnologías. En ese sentido, también resalta sus intentos por producir coches con pila de hidrógeno, a la vez que trabaja para abaratar los costes de este vector energético. Al mismo tiempo, la compañía destaca su intención de colaborar en el desarrollo de biocombustibles, una alternativa fuertemente impulsada por las grandes petroleras europeas. Hiroki Nakajima, director de Tecnología del gigante japonés, resalta que la nueva tecnología no es necesariamente “la solución definitiva” a los problemas de las baterías, según declaraciones que recoge el periódico británico Financial Times.

Al mismo tiempo, Toyota busca hacer más atractivo sus coches electrificados (híbridos y eléctricos) para los consumidores, especialmente ante la normativa europea de prohibir la venta de motores de combustión a partir de 2035. “Con la evolución del sistema operativo, la próxima generación de coches eléctricos permitirá mejorar la sensación de conducción, centrándose en mejoras en la aceleración, el giro y la frenada”, resalta una nota de prensa de la firma. Por ejemplo, la compañía presentó a principios de junio una tecnología que permite simular una transmisión manual en los nuevos modelos, algo que podría motivar a muchos aficionados.

Buena recepción del mercado

La apuesta del fabricante de origen japonés parece haber sido bien recibida por los inversores. Los títulos que se cotizan en la Bolsa en Nueva York llevan un leve alza de casi el 1,5% en las últimas cinco jornadas, y acumulan un incremento del 17% en lo que va del año. Pero lo que más destaca es la confianza de los analistas, que mayoritariamente recomiendan las acciones de la compañía, según datos de la agencia Refinitiv.

Las acciones que cotizan en la Bolsa de Tokio han alcanzado este jueves su valor más alto en un año.

Fuente: Cincodías